Cambio de planes

 Como suponen muchos viajes, y más los que son “a la deriva”, suele haber cambios. En el mío cambió el destino. Si bien no es un viaje sin destino, o sin tiempo, (es un intercambio), siento que estoy “a la espera” (como casi siempre cuando vas a un lugar desconocido) de ver lo que voy a encontrar. Y, creo, cambié por un lugar muy distinto. No es mejor, porque no conozco ni el destino anterior (Joao Pessoa), ni al que finalmente voy a ir (Santarem). Este verano voy a hacer un intercambio cultural a brasil, especificamente a Santarem, un pueblo de 600.000 habitantes que se encuentra en el estado de Pará, en un lugar muy particular: básicamente, está en el medio del Amazonas. Sus primeros habitantes fueron indios Tupaus. Vivían de la caza, la pesca y la agricultura. Fueron colonizados por los portugueses en el S XVII. Comenzó a crecer gracias al cultivo del cacao para exportar.

En este lugar voy a trabajar como voluntaria en un proyecto que se llama “Talk project” brindando charlas en una universidad, en inglés y en castellano, sobre temas generales sea cultura, política, derechos humanos, derecho ambiental, etc. Me emociona, me desafía (extrema timidez), me incentiva, me libera. Es verdad, este proyecto me gusta más, porque me siento menos cómoda.

Me voy con una amiga, Male, la cual conocí en mi primer viaje a Disney, cuando tenía 15 años. Hoy, 4 años después, nos volvemos a encontrar, otra vez, para viajar. Tengo que admitir que me da un poco de miedo el lugar, la fiebre amarilla, los peligros que devienen de una “selva”. Pero confío en que es normal, y que ese miedo me sirvió de incentivo para elegirlo. No es un lugar turístico, es muy díficil llegar, por lo tanto, ésta sería la única vez que iría a ese lugar. Una sola oportunidad, no se podía desaprovechar.

So, cambiamos destino: 28/12/2015 : Santarém, Pará, Brasil. Allí voy con tus preparativos.