Hoy es el ultimo día del año. El ano en el que más lloré,
pero también el año en que más aprendí, reí, y me liberé. Yo lo llamo el año de
la “des-idealización”, porque me saqué varias vendas de los ojos. Ahora soy
normal, una persona como todas, y río, lloro, me caigo, me levanto, sufro y
aprendo. Me des-idealicé de mi misma, y eso me liberó. Porque ya no actúo para
conformar a los demás, ni para hacerle caso a mamá o a papá. Ahora soy porque
quiero ser, y esta libertad interior, linda y a la vez responsable, no la
cambio por nada.
Hoy se va uno de los años más fuertes. Lo despido feliz,
porque hoy estoy donde quiero estar. Y le agradezco mucho, porque soy mucho más
fuerte, paciente y comprensiva.
¿Será real “Año nuevo, vida nueva”? ¿O es más bien un “año
nuevo, -dejoatrástodoloquemeduele- y empiezo siendo un nuevo yo? No lo creo,
nosotros somos los mismos. Lo que cambia es nuestra mirada, que ciclo a ciclo (llámenlo
año, cumpleaños, como quieran), va progresando, variando, mejorando.
Chau 2015, gracias por lo poco que me diste, y por lo mucho
que me enseñaste. GRACIAS.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario