Pasé dos días en la selva. Paramos en una escuela que está
al comienzo de ella. A mí me toco dormir en la parte más baja, sobre el
supuesto río, que ahora está muy bajo y es playa. Estos días me relajé, dormí,
bailé, disfruté, charlé, caminé, nadé, pensé, respiré, miré.
Fredy,mi amigo el monito. |
Italia-Argentina-Alemania |
Mi cama. |
Disfrute del atardecer, mirando cómo caía el sol sobre los
árboles que estaban tras el río. Miré cómo el agua y la arena se teñían de
rojo, leí sobre viajes en un viaje, me desperté y observé por horas, sin
moverme, cómo empezaba el día en la floresta. Me amigué con la naturaleza. Me di
cuenta de cuán distinta e infinita puede ser. Me cuestioné muchas veces si lo que
planeo para mi vida lo podré realizar, me pregunté cuántos lugares así de
increíbles y escondidos habrá en el mundo,
y me puse triste por pensar que no voy a poder conocerlos todos.
Me quedo con las charlas con mis amigos, comparando nuestros
países y culturas. Me quedo con la arena bajo mis pies, el atardecer frente a
mis ojos, el aire en mi cara, y mi cuerpo en una hamaca. Me quedo con lo más
lindo: salirme del mundo exterior y conectarme con el mío interior.
Como leí hace un tiempo en Río de Janeiro: Las mejores maravillas de Brasil no están a
la vista.
Atardecer. |
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